Yo no soy muy de pasar las horas muertas jugando al ordenador, tengo poco tiempo libre y demasiadas aficiones, pero si que me gusta pasar un horita después de comer jugando con los amigotes. Normalmente solemos escoger un juego online al que juguemos todos y a eso de las tres conectamos el Skype, porque lo entretenido no es el juego en si, si no la tertulia que le acompaña.
El pasado viernes el servidor en el que jugamos cerró por mantenimiento así que comenzamos a buscar alternativas. Lo primero que se nos pasó por la cabeza fue recurrir a los socorridos juegos que incluye Skype y tras hacer un estudio pormenorizado de los mismos escogimos como mejor opción, (y aquí es donde viene el redoble de tambor), ¡¡el domino!!, si, si, el domino online, así que en esa tesitura nos vimos, después de comer, charlando y jugando al domino. Aquello me dio que pensar.
Me imaginé con 80 tacos y jubilado. Estamos acostumbrados a ver la vida cotidiana de nuestros mayores, como pasan su tiempo libre en el bar jugando al domino o al mus, o la mayor de sus aficiones, mirar obras, pero no solemos pararnos a pensar en como seremos nosotros cuando tengamos su edad.
No es de extrañar que el futuro que nos espera no sea muy distinto. Acabaremos en un asilo con Roboenfermeras (que no son enfermeras que te roban), mientras jugamos con los colegas a un domino virtual con una multiconferencia holográfica en la que despotricamos sobre lo lentas que van las obras del elevador espacial. Bienvenidos al año 2072, “jubiletas” en el ciberespacio…
El pasado viernes el servidor en el que jugamos cerró por mantenimiento así que comenzamos a buscar alternativas. Lo primero que se nos pasó por la cabeza fue recurrir a los socorridos juegos que incluye Skype y tras hacer un estudio pormenorizado de los mismos escogimos como mejor opción, (y aquí es donde viene el redoble de tambor), ¡¡el domino!!, si, si, el domino online, así que en esa tesitura nos vimos, después de comer, charlando y jugando al domino. Aquello me dio que pensar.
Me imaginé con 80 tacos y jubilado. Estamos acostumbrados a ver la vida cotidiana de nuestros mayores, como pasan su tiempo libre en el bar jugando al domino o al mus, o la mayor de sus aficiones, mirar obras, pero no solemos pararnos a pensar en como seremos nosotros cuando tengamos su edad.
No es de extrañar que el futuro que nos espera no sea muy distinto. Acabaremos en un asilo con Roboenfermeras (que no son enfermeras que te roban), mientras jugamos con los colegas a un domino virtual con una multiconferencia holográfica en la que despotricamos sobre lo lentas que van las obras del elevador espacial. Bienvenidos al año 2072, “jubiletas” en el ciberespacio…
Allí estaremos Float y Double para instalar una holo-webcam en las obras de realización de la estación espacial para poder verlas desde nuestra residencia de ancianos en Saturno.
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