Ir al contenido principal

Internet se ha muerto


Internet es una mierda.

Ya ni siquiera es una red pornográfica mundial. Internet es ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE una herramienta de Marketing.

Pensad en una sola cosa en Internet que no tenga anuncios ni esté hecha con ánimo de lucro. NADA.

Ya no se crean webs con el objetivo de compartir una experiencia, una historia o una idea, sino para vender algo o generar tráfico y poner un anuncio  a ver si así nos hacemos ricos. En el caso de que haya alguna que se cree con esa voluntad, son tantísimas las webs de contenido banal que se pierden en el mar de Google y luego a tí no te lee ni Cristo.

Hay negocios verdaderamente millonarios de compra/venta de tráfico, de intercambio enlaces (estos hacen que tu web se valore mejor y salgas más arriba en Google), de redes de blogs (incluso freelancers cuyo trabajo es escribir entradas de blogs y linkarte o mencionar tu servicio)...

¿Las peores webs? Bajo mi punto de vista son los periódicos. Originalmente creados para informar y que desde que la gente lee cada vez más los digitales, se olvidan de la palabra "periodismo" para centrarse en el tráfico. Poner titulares incompletos usando la curiosidad del lector para que hagas click, entradillas sensacionalistas o "noticias" relacionadas con algún programa de telebasura son algunos de los trucos que se usan. No pongo ejemplos por no meterme en líos, pero vaya, no exagero: en cualquier periódico local de toda la vida con una tirada medio buena, después de las cuatro o cinco noticias de verdad os encontraréis con esto.

Todo son anuncios o puente a algún tipo de anuncio. Por ejemplo... ¿por qué creéis que el porno es ahora gratis y tan accesible? Por el anuncio de abajo, el de la derecha, el de arriba, el que sale al final y el popup que sale al abrir la página que te ha jugado tantas malas pasadas.

Pero lo que más me flipa es la gente que en efecto hace click en dichos anuncios. ¿En serio pensáis que hay treinta mujeres alrededor de Villanosecuántos de San Nosequé dispuestas a acostarse con vosotros?

Aún así no se llevan la peor parte. Aparentemente esto funciona tan bien que ya ni los anunciantes se lo curran. ¿No habéis buscado nunca algo en Amazon y de repente os sale en absolutamente todas las páginas que visitáis?

Bueno... aunque he dicho que esto funciona bien, en realidad no tanto. Al principio este mundo me llamaba muchísimo la atención. En aplicaciones muy grandes como Facebook, la mayoría de los anuncios que salen son personalizados. Según nuestra edad, sexo y la cantidad de burradas que ponemos nos muestran anuncios adaptados. Esto mola. Pero claro, ¿quién puede permitirse esto? Este negocio funciona a base de estadística. Millones de usuarios, que dan unos cientos de miles de clicks, que dan otras tantas ventas. Pura probabilidad.

Ojocuidao, yo no me libro y ni muchísimo menos predico con el ejemplo. Tanto mi trabajo como "mis otras páginas" están relacionados con lo que escribo. Ésto es como el que fumador que te dice que dejes de fumar.

En resumen, lo único bueno de todo esto es que estamos ahorrando papel. Triste pero cierto.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El gurú de la informática

Esta entrada se la dedico a los señores vestidos de traje que dicen que son informáticos. ¿Qué es un gurú? La gente piensa que es alguien que entiende mucho de algo, que es un experto, pero no. Es mucho más que eso, un gurú implica una gran capacidad de liderazgo, es una persona que lleva tras de sí y casi sin buscarlo una gran masa de personas que le siguen (Significado de gurú según la RAE). Hay muchos tipos extraños en el mundo de la informática que se han hecho famosos por haber marcado un antes y un después en el mundo del software, del hardware o porque se han hecho millonarios. En este artículo vamos a dejar claro quiénes son realmente personajes importantes en esto de los ordenadores y quienes no. Los nombres más famosos hoy en día son los siguientes, ordenados de mayor a menor según su riqueza: Bill Gates, Mark Zuckerberg (ha superado a Jobs, según he leído), Steve Jobs, Richard Stallman y Donald E. Knut entre otros (de estos dos últimos no conozco su dinero, aunque a juzgar

La función random(); son los padres

¡Esta entrada no se la dedico a nadie! ¡Vergüenza tendría que darnos a todos! ¿Sabéis cómo se calculan los números aleatorios? Os lo diré... ¡de un modo no aleatorio! ¡Cuando en nuestros amados lenguajes de programación escribimos una función del tipo rand(); lo que nuestras computadoras hacen es rebuscar algún parámetro escondido en nuestro ordenador y de ahí CALCULA un número! Me he estado documentando en webs, foros, he hablado con amigos y compañeros y cada párrafo que leía era más desolador que el anterior. Estaba todo lleno de fórmulas matemáticas. Quería informarme y escribir largo y tendido sobre el tema, pero es que no da para más. Tenía un tema apasionante que se desvaneció con una conversación. De hecho, no os la cuento, os la copio: Double: Me estoy documentando para el siguiente artículo. Random: ¿Sobre qué cosa vas a escribir? Double: La función Random. Me intriga mucho saber cómo podemos inventarnos un número aleatorio. Todo lo que veo

Entiéndannos

Ésta entrada se la dedico a mi novia y en general a todas las novias/esposas de informáticos. Mención especial para mi madre, que lleva 26 años lidiando con 2 a la vez. Por cierto, vuelvo a retomar el blog después de meses... se sigue buscando informático para compartir entradas ;) Los informáticos somos gente peculiar. Sobretodo los programadores. La gente dice que somos muy cuadriculados, pero no. Más bien me gusta decir que somos seres lógicos. Cuando uno estudia para ser informático, hay frases, teoremas, leyes, algoritmos, etc. que se te quedan en la cabeza de por vida y que, sabiendo lo que haces, los aplicas a diario. Recuerdo cuando iba a la facultad con mis compañeros (y a pesar de todo, amigos) y decidíamos ir a la cafetería. El camino más corto entre dos puntos es la línea recta, y era el camino que siempre tomábamos. Pero sin embargo, había otras ocasiones en las que el simple hecho de pensar en aplicar esa idea era algo totalmente descabellado. Por ejemplo, cuando teníamo